<
>
Se trata de una vivienda de nueva planta en una parcela en suelo rústico donde hay ya una edificación con uso agrícola. La organización es muy sencilla: Un solo volumen de cubierta inclinada a un agua, con una crujía más grande de espacios más importantes orientada a sur y una crujía más estrecha, de espacios de servicio orientada a norte. Una pérgola vegetal en la fachada principal, junto con las persianas permitirá el control solar tanto en verano como en invierno. La gran altura de la fachada sur sirve para aprovechar al máximo la radiación solar y permite la posibilidad de la creación de unos altillos interiores a doble altura.
Este edificio se ha proyectado para que sea autónomo energéticamente, que funcione con el mínimo de energía posible, y que cumpla con los valores de casa pasiva del estándar Passivhaus en cuanto a aislamiento y ventilaciones.
En su construcción, se prevé el uso de materiales saludables para sus habitantes y sostenibles para el medio ambiente, apostando por productos de origen local. El estudio geobiológico que se realizó, nos sirvió para acabar de situar la vivienda dentro de la parcela, evitando sobre todo que las venas de agua pasaran por la zona de las habitaciones.