El próximo mes de agosto hará dos años que el Gobierno del PP aprobó el paquete de medidas referentes a la reforma eléctrica, como ya explicamos en el post Bájate la potencia, una de estas medidas consistía en incrementar la parte fija de la factura de la luz, lo que llaman «término de potencia», que se paga siempre, aunque no encendamos ni una vez la luz, aunque estemos de vacaciones o aunque no haya nadie en casa.
Por tanto, desde hace más de un año y medio los consumidores domésticos estamos pagando prácticamente el doble de lo que pagábamos por el «término de potencia».
Pero, por si esto no fuera suficiente, el Gobierno ha anunciado una nueva subida de esta parte fija de la factura, lo que supondría una subida brutal de la cuota mínima mensual a pagar, aunque no se consuma ni un solo kW de electricidad.
Ante esto, las grandes compañías eléctricas ya han empezado a comercializar lo que llaman «tarifa plana» con la que pretenden confundir a los consumidores, haciéndoles creer que pagan una tarifa plana, cuando lo que realmente están haciendo es pagar una tarifa fija, es decir, los quieren tranquilizar haciéndoles pagar la misma cantidad cada mes, evitando la montaña rusa de las facturas bimensuales.
De esta manera evitan los consumidores el gran susto cuando reciben la factura durante los meses de invierno y verano, aproximadamente seis meses al año, a cambio de un susto algo menor repartido durante todo el año.
En definitiva, las facturas mensuales serán superiores, pero estables, es decir, tanto si se consume energía como sino la factura prácticamente no variará.
Estas tarifas planas además de ser un engaño para los consumidores, lo que hacen es desincentivar el ahorro energético y la eficiencia. ¿Porqué tenemos que reducir el consumo y tenemos que intentar ahorrar energía si embargo pagaremos lo mismo cada mes?